Dr. A. Babar, Quiropractico, Chiropractor

La Quiropráctica tiene más de 110 años como profesión. Tiene sus orígenes en EE.UU. Existen consultas de Quiropráctica por todo el mundo y, en muchos países forma parte de la Seguridad Social o del Sistema de salud pública de ese país. Es así en EE.UU, Reino Unido, Australia y en la mayoría de los países Europeos.

 Los doctores Quiroprácticos son especialistas en Columna Vertebral y Sistema Nervioso, con sus manos detectan las malas alineaciones de las vértebras llamadas SUBLUXACION VERTEBRAL (Mala alineación de la vértebra ocasionando pinzamiento) y las corrigen de forma natural.

No se basa en tapar síntomas sino en tratar la causa que produce ese síntoma.

No tiene efectos secundarios, no duele, no son masajes son ajustes específicos e indoloros sobre la Vértebra necesaria.

La Quiropráctica consigue el buen funcionamiento del cuerpo llevándolo a un estado OPTIMO de salud permitiendo una coordinación a nivel físico, emocional, que nos permite mantener nuestro estado de salud sin recurrir a tanta medicación y en algunos casos cirugía, a través del ajuste vertebral (movimiento el cual se necesita muy poca fuerza es preciso, suave y seguro) permitiendo la capacidad al natural de recuperación del cuerpo.
 

La mayoría de casos que acuden a un Quiropráctico son de tipo de problemas de espalda como lumbago, ciática, dolores de cabeza, dolor de cuello y hombros, así como hernias discales, protusiones, vértigos y mareos. Lo interesante para el paciente es que muchas otras cosas van mejorando con la Quiropráctica. La Quiropráctica no trata los síntomas sino que normaliza la función del sistema nervioso a través de corregir desarreglos en la columna vertebral, por eso es que se ven clínicamente mejorías con una amplía gama de enfermedades y síndromes.

¿Cómo qué? Como el asma, la artritis reumática, la hipertensión, y la depresión, friomialgia, el síndrome del túnel carpiano, cansancio crónico y trastornos del sueño.

Próstata inflamada, infertilidad, algunos problemas digestivos, y algunos dolores de rodilla y de los pies. Alergias, hormigueos, ataques de pánico y lupus. Enuresis, desarreglos de la menstruación, fobias y estreñimiento.